“Hay que tomar medidas y acompañar y controlar por parte de los estados nacionales y provinciales, cosa que no se esta haciendo”, cuestionó el diputado socialista y precisó que “los humedales son estimativamente el 20% del territorio nacional y es una extensión muy importante. Hay que buscar alternativas, pero la alternativa no tiene que ser no hacer nada y que se destruyan los humedales”.
Dip. Nac. Enrique Estévez
Intentaremos explicar brevemente de qué se trata un humedal y el porqué de su importancia tal, que ameritó una cumbre internacional, con la firma de un convenio, en 1971.
Los humedales conforman una parte fundamental del patrimonio natural. Son uno de los entornos más ricos del planeta donde se refugian miles de especies de animales y vegetales. La conservación de los humedales es vital para la supervivencia del ser humano ya que nos ayudan a modular las condiciones climáticas y el ciclo hidrológico, son zonas de transición entre los ecosistemas terrestres y los ecosistemas acuáticos y poseen una baja profundidad. Lo normal es encontrarlos en llanuras inundadas que se encuentran próximas a los cursos del agua -ríos o lagos-. Algunos humedales, ocasionalmente, puede estar aislados, sin agua cercana; en este caso, son las aguas subterráneas las que proporcionan líquido a los humedales. Son, junto con los bosques, los principales consumidores de CO2, cuyo exceso está causando el cambio climático.
Según el CONVENIO DE RAMSAR*, es posible identificar 6 tipos de humedales:
Marinos: Situados en las costas.
Estuarinos: Ubicados donde los ríos desembocan en el mar. Incluyen manglares, deltas y marismas de mareas, cuya salinidad es media.
Lacustres: Conectados con lagos.
Palustres: Aspecto pantanoso, como las marismas y las ciénagas.
Ribereños: Situados a los lados de ríos y arroyos.
Artificiales: Creados por el hombre con un propósito específico: servir como embalses, como criaderos de especies acuáticas comerciales, como canales, etcétera.
Los humedales son indispensables, dado que ofrecen desde suministro de agua dulce, alimentos y materiales de construcción y biodiversidad hasta control de crecidas, recarga de aguas subterráneas
En la actualidad, más de la mitad de los 22 sitios Ramsar de nuestro país son pretendidos para negocios inmobiliarios o rurales, por lo que están en peligro.
La cuenca del Río Luján, del Río Salado y del Arroyo del Gato son algunos de los humedales que más síntomas de deterioro y destrucción presentan en la actualidad.
El humedal más extenso de Argentina es el que conforman los Esteros del Iberá, que han sido puesto en peligro hace menos de un año a causa de los incendios descontrolados causados por la antigua técnica de quema de pastizales para preparar los campos para una nueva siembra, o para extender la frontera agropecuaria.
Un ejemplo claro de cómo la ambición por la renta inmobiliaria puede acabar con ellos es el de Nordelta, que fue construido sobre un humedal que mitigaba los desbordes del Rió Luján y fue el causante de la última grave inundación, acaecida en 1985, que sumergió parte de la basílica de la ciudad del mismo nombre, humedal que al parecer solo reivindican los capinchos.
51 AÑOS, Este es el tiempo que ha pasado entre que Argentina adhirió al Convenio de Ramsar sobre la preservación de los humedales en el mundo en 1971 y el 2022 en el que nos encontramos, y aun no contamos con una ley que los proteja.
En el 1991 recién se promulgó la Ley de ratificación y en 1994 se incorporó a la Nueva Constitución Nacional, en el 2002 se sanciona una ley para la protección de la biodiversidad sin especificar sobre la situación de los humedales, entre el año 2013 y el 2018 se presentaron 8 proyectos en el Congreso y todos fueron perdiendo estado parlamentario, ese mismo año el diputado socialista Enrique Estévez presentó uno nuevo, que corrió la misma suerte el año 2021.
Está claro que existe un gigantesco lobby de intereses empresariales en especial sobre la Cámara de Diputados, puesto que en el Honorable Senado, dos de aquellos que se perdieron, habían sido aprobados.
El proyecto presentado por el diputado socialista prevé un inventario que, además de cuantificar, califique cada uno de ellos, que en total suman según cifras elaboradas por el CONICET, casi 6.000.000 de hectáreas, gran parte de ellas apetecibles por el agronegocio o por la actividad inmobiliaria.
Por otra parte habrá que estar atentos al informe que está elaborando el INTA, puesto que está orientado en sentido productivista, es decir, determinar no solo la cantidad sino la posibilidad de ser utilizados para producción que no interfiera con el medio ambiente.
Mientras tanto seguirán las quemas cada verano, y por corto tiempo, será preocupación de algunos medios, para luego irse diluyendo como preocupación pública, y los lobistas lo saben.
Fuentes: foroambiental.net; fundacionaquae.org; elcivismo.com.ar
*Ramsar es una ciudad iraní situada a orillas del Mar Caspio, donde la Convención sobre los Humedales se firmó el martes 2 de febrero de 1971 y que entró en vigor el 21 de diciembre de 1975. Su principal objetivo es «la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales, regionales y nacionales y gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo». En el año 2011, 160 estados miembros de todo el mundo se habían sumado a dicho acuerdo, protegiendo 1950 humedales, con una superficie total de 190 millones de hectáreas, designados para ser incluidos en la lista Ramsar de humedales de importancia internacional.
Por Fernando Brizuela, Profesor de Historia, militante del Partido Socialista de Lomas de Zamora